¿Qué es un hijo?
Pensemos por un momento en cómo empleamos la palabra “hijo” (ابن).
Un día pregunté a un amigo cuál era su país de origen. Él respondió: “Soy un hijo de Marruecos.” ¿Quiso decir que Marruecos se había casado con una mujer para que ella diese a luz? ¡Por supuesto que no! Simplemente quería hacerme saber que era marroquí de los pies a la cabeza y que reunía todas las características de un verdadero marroquí. Asimismo, cuando la Biblia afirma que Jesús es Hijo de Dios, quiere decir que posee todos los atributos de Dios. Sin embargo, el significado es mucho más profundo.
Los que leen y hablan árabe pueden entender fácilmente esta noción. Por ejemplo, esta frase en árabe: فلان عربي ابن عرب, significa: este hombre es un árabe nacido árabe. Se utiliza para enfatizar el genuino origen árabe de esa persona, y para subrayar el hecho de que es un árabe sin mezcla de ninguna otra raza. Así que cuando la Biblia dice que Jesús es el Hijo de Dios, simplemente dice que es verdaderamente Dios.
También decimos árabe: فلان ابن عشر سنوات que se traduce literalmente como: este niño es hijo de 10 años. Nos dice que tiene 10 años, es decir, es igual a 10 años. Del mismo modo, la expresión Hijo de Dios, aplicado a Jesús, quiere decir que es igual a Dios en naturaleza y en esencia.
Por lo tanto, cuando se dice que Jesús es el Hijo de Dios, no debe entenderse de ninguna manera que significa que Dios de alguna manera causó que una mujer concibiera y diera a luz en cualquier sentido físico. Desde luego, no significa que Dios se casara con María para dar a luz a Jesús. Semejante idea es una blasfemia.
Dios es un espíritu, no carne y sangre, y por lo tanto el Hijo de Dios, antes de venir al mundo no existía como persona física, sino como Dios es..
El poder del Espíritu Santo (الروح القدس)
Jesús fue concebido en virtud del poder milagroso de Dios mismo, no por ninguna participación humana o física, y particularmente no por ningún acto sexual.
Treinta años más tarde, durante su ministerio terrenal, Jesús dijo a un hombre: “¿Crees en el Hijo de Dios? El hombre respondió: “¿Quién es, Señor? Dímelo, para que crea en él.? Jesús le dijo: “Pues ya lo has visto, es el que está hablando contigo.” (Injil, Juan 9: 35-37).
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